No se ha entregado

"No se ha entregado el alma” 

Por: Francisco Vela 

En vía entrevista telefónica, William Yarbrough ahondó en los temas de las lesiones, bajas de juego y los tópicos que no han ayudado al León a tener el mejor desempeño esta temporada.

Sin buscar excusas, el arquero asumió la responsabilidad y consecuencias de un torneo que ha sido “malísimo”.

Además aseguró que tanto él como sus compañeros quieren que Matosas continúe al frente del equipo y que por tal motivo ha llegado la hora de respaldarlo en la cancha y volver “a entregar el alma” en cada juego.

¿Cómo vas con la rehabilitación luego de tu operación?
Bien, gracias a Dios he tenido mucho apoyo de mis compañeros, de mi entrenador, de la Directiva y sobre todo de toda la afición, que les tengo un gran cariño, no sólo por estarme apoyando ahorita en esta recuperación, si no desde siempre.

En estos días me dieron el alta para empezar a hacer el trabajo físico, sin hacer nada de Tren Superior, sólo Tren Inferior; y precisamente el próximo miércoles tengo revisión nuevamente en México con el doctor que me operó para determinar cómo va el progreso con el dedo.

Y por lo que me comenta el doctor, aproximadamente estaré un mes, mes dos semanas más de recuperación antes de tener el alta médica.

Nueve lesionados en cuatro meses, seis expulsados y veintidós
amonestados en 8 partidos, ¿Qué explicación se dan ustedes al interior de lo que está pasando?

Sin duda alguna ha sido un torneo malo, no hay otra palabra que buscarle, ha sido un torneo muy malo. Lo último que tenemos que buscar son excusas, simplemente el futbol que hemos jugado no ha sido al que todos están acostumbrados.

Lo curioso es que el factor anímico dentro del grupo está intacto, el vestidor está intacto. Nosotros, personalmente los jugadores queremos que el profe Gustavo (Matosas) se quede, queremos mostrarle todo el apoyo precisamente porque él en los momentos difíciles nos ha respaldado a nosotros y da coraje que no hemos respondido dentro del terreno de juego.

Afecta un poco que hemos tenido tantos lesionados, las explicaciones a eso no sabemos cuáles son, mala suerte tal vez, y creo que la única forma de tomar esto es con mucha humildad y tratar de rescatar lo más que se pueda de estos nueve partidos que quedan porque así como es la Liga de muchos altibajos tenemos la esperanza de hacerlo en este torneo el pasado, pero de ser así necesitamos empezar a retomar ese nivel al que todos están acostumbrados.

Ante el respaldo que te ha demostrado el entrenador y de acuerdo al momento que vive el León, ¿cómo tomas esa situación?

Soy consciente que no había tenido los mejores partidos al
arranque del torneo y cuando tu entrenador te muestra ese tipo de apoyo hasta se te pone chinita la piel, te hierve la sangre y quieres trabajar más, mejorar en las cosas que estás fallando y sobre todo para regresarle esa confianza que te está brindando, y no sólo el entrenador si no el aficionado también.

La base del ascenso se ha visto mermada, en el último juego sólo estuvieron dos jugadores, ¿crees que eso también ha afectado este torneo?

Sí, ha sido difícil. Cuando tienes seis, siete u ocho jugadores que vienen desde el ascenso jugando juntos que se conocen, que saben que es lo que quiere el profe dentro del terreno de juego y que por una circunstancia u otra se tenga que cambiar todo ese esquema y en el campo hay jugadores nuevos, hay jugadores que a lo mejor y no se han adaptado al cien al estilo del profe, cuesta, definitivamente.

No es excusa, no buscamos excusas por el nivel que hemos mostrado porque ha habido partidos en los que hemos jugado con puro joven o con grandes ausencias y el equipo ha respondido de manera bastante buena.

Entonces siento que afecta un poco que haya tantas ausencias,
principalmente de los de la base que ya se venía manejando desde el ascenso pero bueno, en el equipo creo que hay calidad, hay nivel, y pues nos tenemos que adaptar al compañero.

Tenemos que respaldarnos dentro del terreno de juego y empezar a dar lo mejor, porque yo siempre he dicho que si hay algo en lo que no pueden ganarnos a nosotros es en actitud porque siempre he dicho que para ser jugador del León hay que dejar el alma en la cancha y eso creo que ha habido algunos partidos que no se ha entregado el alma, que es lo que se merece este club.

¿Hay desesperación?, ¿cómo ves a tus compañeros desde fuera en los partidos?

Claro que genera ansiedad el no tener los resultados que quieres, el no jugar los partidos que esperas porque a fin de cuentas el trabajo en la semana se hace de buena manera, la intensidad es muy buena y cuando llega el partido y no se juega al nivel esperado si genera ansiedad y desesperación.

Es ahí donde tiene que aparecer el coraje y carácter de cada uno de nosotros en demostrar que no nos podemos dejar ir por la desesperación y retomar esa alegría de jugar ese juego ofensivo al que todos estábamos acostumbrados.