domingo, 29 de noviembre de 2015

Sobra garra

Sobra garra, faltan goles para León
OCTAVIO ZÚÑIGA / León, GUANAJUATO Publicada el 29/11/2015

Mauro Boselli remata desviado del marco ante la salida de Moisés Muñoz que había equivocado su trayecto.

El conjunto esmeralda ganó el partido de Vuelta de Cuatros de final por 2-1, pero sucumbió en el global 5-3.

Los errores se pagan y aunque León apeló a una cuestión de fe para buscar la remontada, los errores tanto en la ida como en la vuelta terminaron por pesar.

Los tres goles de desventaja que cargaba la Fiera desde su visita a la capital, obligaron a una apuesta ofensiva a la que habitualmente Juan Antonio Pizzi se apegó durante toda la temporada.

El estandarte esmeralda, Mauro Boselli, capitán y campeón goleador del Apertura 2015, era la carta fuerte de Pizzi para la vuelta, después de que en la ida su ausencia fue el principal argumento para disculpar el mal resultado.

Lo que no contaba el cuerpo técnico de los Verdes era que después de la lesión, la mira del goleador se enchuecó y en tres oportunidades que tuvo de cabeza, no logró concretar.

El mejor jugador de la noche fue el arquero William Yarbrough, quien con sus atajadas prolongó la agonía.

León fue el equipo más peligroso durante el primer lapso, con el dominio del balón y toques por las bandas, mientras que las Águilas “cazaban” cada oportunidad de contragolpe con velocidad, encabezados por Rubens Sambueza y Michael Arroyo.

Tras un gol anulado a Carlos Peña, por claro fuera de juego, en la recta final León por fín rompió la red rival, cuando Hernán Darío Burbano aprovechó un mal rechazo de Moisés Múñoz y tomó un balón de aire para adelantar a los Verdes, calmando un poco la presión.

Para la parte complementaria, el León jugó entre amontonado y compacto, con todos sus elementos en el medio campo, la defensa adelantada y el único delantero, Mauro Boselli, esperndo una bola.

Pizzi intentó modificar con Marco Bueno en el campo, pero el juvenil pasó desapercibido, al igual que Luis Montes y Carlos “Gullit” Peña.

El destino de los Verdes lo firmó el recién ingresado Darío Benedetto, al ‘78, en un contragolpe donde se quitó a tres defensas y con un tiro de larga distancia, puso el balón en el ángulo de un desesperado William Yarbrough.

Ya en la agonía, Elías Hernández anotó el segundo de los esmeraldas, tanto que parecía esperanzar al público que decidió permanecer en las butacas, pero al final no fue suficiente.

Y es que si hay una explicación para la eliminación, esa tendría que darse en los errores que cometió en defensa desde la ida y la bipolaridad que le aquejó desde la temporada regular.

Porque en esta Liguilla, los Verdes hicieron lo mismo que durante la temporada: representaron un nulo peligro fuera del Nou Camp y en la vuelta pusieron todo el corazón, pero no les alcanzó.

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