domingo, 31 de enero de 2016

Simplemente... se fue



Juan Antonio Pizzi "dirigió" al León en su último partido, con el sello de visita: goleado 3-1 por Tigres. Foto: Especial.
El Sol de León
31 de enero de 2016

Luis Arturo Hernández

Hay cuentos que terminan con un final feliz. La historia de Juan Antonio Pizzi como entrenador del León no fue una de ellas.

El argentino se despidió del futbol mexicano al son de una dolorosa derrota ante los Tigres por marcador de 3 goles a 1 con todo y un hatrick del goleador galo, André Pierre Gignac. Apenas al minuto 10, el ídolo de la afición regia, André Pierre Gignac, puso adelante a los de casa al aprovechar una serie de rebotes que lo dejaron en perfecta posición para disparar ante la humanidad de William Yarbrough que no pudo hacer nada más que ver la pelota entrar a su marco.

Pese al tanto en contra, la Fiera buscó la manera de igualar los cartones hasta que al 18, Diego Novaretti marcó con un remate de cabeza, con el verdadero sello de la casa, tras un córner perfectamente ejecutado por Elías Hernández. El central argentino se elevó entre sus marcadores y acertó un testarazo letal que se fue hasta el fondo de la meta de Nahuel Guzmán. El juego estaba parejo.

Con el gol, los Verdes recuperaron un poco de confianza para tratar de ponerse arriba en el luminoso, sin embargo la defensiva de los Universitarios, e incluso el propio Nahuel, se exigieron a fondo para contener los embates Esmeraldas.

El duelo era de dominio dividido, si no obstante eran los locales los que generaban las opciones de mayor peligro e incluso se quedaron con el grito de gol ahogado en la garganta al menos en un par de ocasiones posteriores al tanto Esmeralda. Pero el destino tenía un premio a la constancia para los de la U.

Justo sobre la marca del minuto 28, otra vez Gignac puso de pie a todo el "Volcán" al conseguir la ventaja parcial del 2-1 con un soberbio remate de cabeza que perforó la meta de los Verdes.

Pone el 2-1. Nuevamente a contracorriente, el todavía equipo de Juan Antonio Pizzi buscó la posibilidad de irse parejos al descanso, pero la pelota tenía bronca con los Verdes.

Todavía en la agonía de los primeros 45, Fernando Navarro intentó con disparos de larga distancia que se quedaron a centímetros de generar movimientos en el marcador. Pero la regla no escrita del futbol se hizo presente: goles que no haces... Te los hacen.

Para variar, el autor del 3-1 sería nuevamente el romperredes francés André Pierre Gignac con otro remate de cabeza ante un perfecto anticipo a los defensivos. La primera mitad terminó entre festejos y gritos de gol.

Para el complemento, el encuentro presentó a un León insistente que, en más de una ocasión, descuidó la zaga para sumar esfuerzos a la ofensiva. Pese al complicado marcador, los pupilos de Pizzi buscaban la manera de descontar y reducir la diferencia; Uno de los intentos más claros corrió a cargo de Guillermo Burdisso, cuyo remate pasó cerca de la meta de Guzmán. Sin embargo, los Tigres no bajaban los brazos y buscaban la manera de ponerle el último clavo al ataúd de los Esmeraldas. Al 71, tras una asistencia formidable de Jesús Dueñas, Jurgen Damm debió guardarse el grito de gol en la garganta gracias a una prodigiosa salvada de Yarbrough que envió a córner con un pie.

El duelo estaba definido, no habría tiempo para más, la victoria iba a ser para los Universitarios. Al 87, Gignac salió del terreno de juego en medio de una ensordecedora ovación, y cómo no, si el francés jugó, otra vez, como un verdadero crack.

Con este resultado, León se quedó con 9 unidades y perdió la calidad de invicto en la Liga MX; los Tigres, por su parte, llegaron a 7 unidades.

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