miércoles, 28 de marzo de 2012

Pago por verlos


‘Pago por verlos’: Gustavo Matosas
NÉSTOR GALINDO
NOTA PUBLICADA: 28/3/2012

Gustavo Matosas (Buenos Aires, 44 años) vive una felicidad efímera. No porque su alegría esté cerca de terminar, sino porque para él sólo vale el triunfo cotidiano.

El argentino naturalizado uruguayo entrena al León desde hace 122 días (tomó el mando el 5 de diciembre del año pasado), pero ya armó al que es, en estadísticas, el mejor cuadro desde el descenso de 2002.

Su secreto: convencer a los jugadores de la loca, aunque añeja idea de atacar sin cesar, sólo preocupados por anotar.

Para él, por ahora sólo vale el ganar juego a juego y el equilibrio, confiesa, no es su prioridad.

¿Cómo lo trata León?

Muy bien, estoy contento, soy feliz viviendo en León. Antes de venir no me había hecho una imagen del lugar, pero he encontrado gente sumamente cortés, que me ha ayudado muchísimo.

¿La afición es como se la describieron?

Me habían platicado cómo era, pero ver la gente en los partidos ha superado ampliamente la expectativa que tenía, pero siempre hay un compromiso; si el equipo tiene afición, si no tiene, el profesionalismo es un compromiso.

¿Se quedaría a vivir aquí?

Es una ciudad preciosa para vivir, pero es difícil cuando uno viene de fuera formar un grupo de amigos. Por ahí los fines de semana son muy solitarios y más cuando no tengo a mis hijos, así que habría que evaluarlo a futuro.

¿Cómo es tener tres hijos varones?

Para mí es una satisfacción enorme, porque soy muy compinche con los tres.

Son hombres, hablamos el mismo idioma, podemos decir malas palabras de vez en cuando, nos entendemos.

¿Entonces viene la tercera generación futbolera de los Matosas?

Puede ser, hay que esperar, que hagan lo que los haga felices.

¿Cómo es su día normal?

Normalmente por la mañana voy al gimnasio (Sport City), luego a la práctica del equipo; algunos días vuelvo al gimnasio, a veces voy al parque (Metropolitano) a caminar o hago pesas y ahora estoy a punto de entrar a un curso de inglés, que lo manejo un poco, pero tengo que perfeccionarlo y quiero también iniciar con el italiano.

¿Por qué el italiano?

Tengo ascendencia catalana, italiana y algo de libanesa también.

¿Será que en lo catalán le viene el gusto por el conjunto Barcelona?

Siempre me ha gustado el Barcelona, me tocó la época de (Johan) Cruyff dirigiendo (al inicio de los 90’s), es una revolución lo que hizo, pero pasa más por el gusto futbolístico que por la nacionalidad. Cuando uno nota el buen gusto, el sello de un técnico en un equipo, ahí se queda prendado.

¿Y este León tiene su sello?

Sí, claro, este equipo soy yo en la cancha.

¿Pagaría por verlo?

Sí, yo pagaría un boleto por verlos, porque es un equipo que va al frente y los equipos que van a buscar el arco rival me gustan mucho.

¿Y dónde queda el equilibrio?

Aprendí cosas importantes cuando jugué en Brasil y me dirigió Telé Santana (finales de los 80’s) y en líneas generales me decía que había que hacer un gol más que el rival.

El equilibrio es importante, pero para el espectáculo hay que atacar. Yo este equipo lo armé de adelante para atrás.

¿Cómo convenció a sus jugadores de jugar así?

El jugador se da cuenta cuando uno viene, trabaja derecho y no anda con tonterías; sobre todo que lo que les pido es volver a la esencia del juego, que cuando empezamos a jugar era para hacer goles y entendieron la idea rápido porque es lo que les gusta, es lo que desearon siempre.

¿Pero están preparados también para la derrota?

Cualquier día se puede no ganar o que haya un resultado adverso, es la ley de la vida, no a todos cuando nos levantamos el día a día te sale todo bien y el futbol es como la vida, hay que seguir adelante, levantarte y seguir, pero no pienso en el día en que llegue, yo estoy pensando en el día a día y en el ganar siempre.

¿Qué pasará si no asciende?

Falta mucho, ya el día en que llegue lo voy a evaluar y buscaré la estrategia para salir adelante, pero hoy mi estrategia está enfocada en Altamira, porque no sé si después de dirigir el sábado seguiré o no con el León.

¿Dónde aprendió de esto?

Lo aprendí cuando era chico, porque hacía muchos planes del día que viene y el año que viene y las cosas no me pasaban, hasta que escuché a alguien decir que el día presente es el importante; escuché esas palabras, luego por ahí algo de Steve Jobs, de los caídos de los Andes y son lecciones de vida. Está bien tener un sueño, pero lo tienes que construir hoy y mi idea es esa: salir al día a día y luego ver qué pasa.

¿Es este el mejor León posible?

Este León es maravilloso. Es el mejor que he dirigido, junto con el Danubio (2006-2007), que tenía un toque impresionante, con Cavani, Gargano, Nacho González, uf... a este León lo pongo a ese nivel de toques y goles.

¿Y cómo es el trato personal con sus jugadores?

Lo que hay es una gran entrega y una gran disciplina a la hora del trabajo, pero después somos un equipo muy unido, no se te olvide que ellos son mi familia y yo la de ellos; en mi caso los veo más que a mi familia.

¿Cuál es el peso de sus extranjeros?

Creo que cuando uno trae un extranjero tiene que ser un jugador que supere la media de los jugadores que tienes en el equipo y en este caso los tres marcan diferencia y son destacados por su juego y sus habilidades goleadoras, pero los jugadores mexicanos que tengo juegan en cualquier equipo de Primera División.

No puedes hablar de extranjeros sin nacionales. Acá lo que hay son buenos jugadores todos.

¿Hoy puede mandar a la banca a cualquiera?

Es excelente la competencia que hay, porque es leal y en este momento puedo sentar a todos menos a dos... (Sebastián) Maz es uno, pero no importa. Sentaría a todos menos a esos dos, que están en posiciones que deben de tener una cuota de confianza mayor al resto.

¿Su León está listo para resolver problemas?

Tiene que estar preparado para todo, ese es mi trabajo, si no me tienen que correr.

¿Y qué pasará si llegan circunstancias extraordinarias?

Cuando vengan las voy a enfrentar y cuando vea que son extraordinarias, iré directo contra ellas.

Estudioso

Gustavo Matosas reveló que antes de cada partido observa seis o siete juegos del rival, mientras que Sergio Martínez, su auxiliar, observa específicamente la táctica fija del contrario.

“(En los videos) Busco qué hace el rival y qué debo hacer yo para que no sepan lo que hace mi equipo, cuándo cambiar de hombres, cuándo cambiar la estrategia”, comentó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario