domingo, 13 de marzo de 2016

Aburren



En el primer tiempo poco y nada que contar, León y Querétaro ofrecieron nulo espectáculo, nula intensidad, cero agresividad y sí un juego muy cortado con faltas. Abucheos merecidos del respetable.

Y es que pasó el minuto 10 y por fin Burbano mandó un centro peligroso al que Boselli llegó un segundo después para sólo verlo pasar; antes, fue Yasser Corona el que probó los reflejos de Yarbrough con un tiro potente que se fue al tiro de esquina luego del manotazo del meta felino; era un juego cerrado y trabado en medio campo, sin alguien que quisiera cambiarle la cara.

Fue, otra vez Burbano, el que por el lado local intentó romper con la monotonía de un partido sin dueño, sin embargo cuando buscó a Boselli no lo pudo encontrar en la última zona, en el último pase para matar; la visita por su parte, muy nobel en todas sus líneas, avisó sólo con tiros de larga distancia, pero nada más.

Ni una gran atajada, ni un sólo disparo, nada de magia, y eso que Maxi Moralez y Elías Hernández estaban en la cancha.

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