Llegan Rayados

Llegan Rayados y bravos a León
Niños de una escuela filial del Monterrey en Irapuato recibieron a los Rayados. Foto: Gustavo Becerra.
El Monterrey llegó ayer a la ciudad y fue recibido por algunos de sus seguidores para medirse hoy con la Fiera.
Por OCTAVIO ZÚÑIGA
Publicada el 09/28/2012
Víctor Manuel Vucetich se detuvo un momento a recordar su idílico paso por León, pero pronto regresó al presente, donde la obligación que tiene con Rayados es ganar en el Nou Camp.

El “Vuce” inició su camino de grandes éxitos como entrenador, subiendo a los verdes a la Primera División y después consagrándolos campeones en 1992.

“Siempre regresar a León para mí es agradable, hay gratos recuerdos de lo que ha sido la carrera personal y por supuesto compartida con la institución de León y con toda su gente”.

“Lo que más recuerdo es la algarabía de la gente, es una felicidad indescriptible, fue realizarnos en lo personal y en lo colectivo, lo compartes con los jugadores, las familias y lo que vive la afición es algo que no se deja pasar”, señala.

El técnico de Rayados conoce a la afición esmeralda y a pesar del bonito recuerdo, no espera una grata recepción. Además apeló a las buenas conciencias para evitar la violencia entre las porras.

“Conozco perfectamente a la afición de León, tienen identidad, es una institución con historia futbolística, eso les da esa pasión y lo van a apoyar como lo han hecho toda la vida, pero creo debe existir prudencia para evitar los conflictos que puedan pasar más allá de lo deportivo”.

Sobre el actual plantel verdiblanco, Vucetich opinó que está haciendo las cosas bien bajo el mando de Matosas; tiene madera de campeón y se parece al León campeón, con hambre incontrolable de triunfo y trascendencia en el máximo circuito.

“Claro que el equipo tiene madera de campeón, esos tienen que ser los objetivos, debe estar bien respaldado por la directiva, tienen que ser todos.

“Son varios aspectos que hay que reunir y que en un periodo a mediano plazo, se tiene que hacer como aquel entonces (1992), donde la gente nos respaldó”, finalizó Vucetich al llegar a su hotel de concentración en León.