miércoles, 12 de septiembre de 2012
Pelean por boletos
Pelean por boletos para León vs. Chivas
Un bebé es alzado entre la multitud, por un papá desesperado. Foto: Guadalupe Becerra
Estampida humana se lanza a las taquillas; niños e incluso bebés quedan atrapados en multitud.
Por OCTAVIO ZÚÑIGA / ESTEFANÍA CHAGOYA
Publicada el 09/13/2012
Una estampida humana se lanzó ayer por la mañana a las taquillas del estadio en busca de boletos para el partido de León Vs. Chivas.
Entre la multitud quedaron atrapados padres de familia con sus hijos, incluso con bebés.
Algunos de los aficionados permanecieron más de 14 horas formados afuera del estadio, e incluso durmieron a la intemperie con la esperanza de obtener un boleto.
A las 10 de la mañana, cuando estaban por abrirse las taquillas, una masa humana se agolpó en las puertas del estadio, lo que dificultó el reparto de los boletos.
Cerca de las 11 de la mañana, elementos de seguridad colocaron vallas de metal, lo que provocó más empujones. Algunos aficionados que habían acampado, fueron sacados a la fuerza de la fila.
De nada valió que hubieran acampado afuera del estadio, pues se quedaron sin boleto.
De acuerdo con testigos, los guardias lanzaron gas lacrimógeno para tratar de contener la estampida humana que amenazaba con entrar por la fuerza a las taquillas.
Una mujer cobraba 200 pesos por dejar entrar a la fila, mientras que los revendedores ofrecían a los desesperados aficionados pases de hasta 600 pesos en zona de sol y en mil pesos en preferente.
A pesar de que todos los boletos se agotaron al mediodía, todavía a las 7 de la noche permanecían aficionados afuera del estadio con la esperanza de obtener un pase para el partido de mañana.
Una multitud de aficionados se agolpó en el acceso a las taquillas. Foto: Guadalupe Becerra
Miles sin boleto
El sacrificio que hicieron miles de aficionados al estar durante horas afuera de las taquillas, no sirvió de nada, porque al final se quedaron sin boletos para ver a la Fiera ante el Guadalajara.
Las taquillas empezarían a funcionar desde las 10 de la mañana, sin embargo, una “masa” humana de aficionados frente a la puerta impedía que se pudiera abrir.
Los empujones, insultos, acusaciones, los que se metían y los que cuidaban, provocaron que las primeras horas de venta fueran un suplicio para los aficionados que ya de por sí habían acampado toda la noche.
Los revendedores y los “abusados” empezaron a aplicar sus tácticas para conseguir sus entradas, algunos pagaban hasta 200 pesos para que les dejaran entrar a la “cola”.
La valla improvisada era una cuerda que todos lo que iban llegando movían a placer y fue hasta las 11 de la mañana cuando elementos de seguridad del club colocaron las vallas de metal.
Unos 40 elementos de la Policía Municipal resguardaron la seguridad de los compradores.
La fila estaba inmóvil en las taquillas, iba generando estrés y desesperación, sobre todo cuando se anunció que el boletaje de las puertas 10 y 5 estaba agotado, tan sólo una hora y media después de comenzar la venta.
Los revendedores comenzaron a hacer su agosto, según explicaron algunos aficionados, ofreciendo boletos, que iban desde los 300 hasta los 600 pesos en zona de Sol, mientras que para preferente estaban hasta en mil pesos.
Curiosamente la zona trasera de la fila se iba despoblando más rápido que la de hasta adelante, algunos ya con boletos en la mano, otros con las caras largas, al no conseguir lugar en la tribuna de Sol.
La Policía detuvo a una supuesta revendedora de nombre Elvia Grimaldo, sin embargo, minutos después se aclaró que ella solamente quería cambiar 3 entradas de Sol por Preferente, para completar las 6 entradas que necesitaba.
Curiosamente, al mismo instante que la detenían uno de los elementos de Fiscalización saludaba a un hombre, que según los comerciantes del lugar habían visto revendiendo en la zona.
Durante las más de 4 horas que estuvo la venta, solamente se detuvo a un revendedor más, que fue trasladado en patrulla a la comandancia.
Cerca de la una de la tarde comenzó a circular el rumor de que no había boletaje para ninguna zona, de inmediato las puertas de la taquilla se cerraron, dejando afuera a miles de aficionados que esperaban noticias sobre sus boletos.
Arriesgan a la familia
Ramona Castañeda llegó desde las 3 de la mañana acompañada de su hija y su yerno, en busca de los tan codiciados accesos.
Unos con contraseña y otros como cualquier aficionado, y aunque les costó mucho tiempo, dinero y esfuerzo, la señora aseguró que seguirá a los Verdes “hasta el final”.
“Me vine a desvelar por ellos, yo soy Panza Verde de corazón y una parte de la familia compraron boletos desde el martes, pero hoy (ayer) ya es imposible, me estamparon contra las cortinas, pero aquí estamos para apoyar a nuestro equipo”.
En su espera no todo fue “miel sobre hojuelas”, Misael entre la bola y el alboroto recibió un golpe en la nariz al igual que Mayrita, una niña de 3 años que su madre llevaba en brazos cuando algunos aficionados se estresaron al escuchar “ya no hay de la 5”, palabras que se repetían entre ellos, pues su espera había sido en vano.
Todos se miraban entre sí con la duda si podrían ver a su equipo jugar contra el equipo tapatío.
Molesta desorden
El amor de Ernesto Echegoyén Álvarez, vecino de la colonia El Coecillo, por el equipo León, lo hizo acampar durante toda la noche, soñando despierto con ver su equipo enfrentando a las Chivas.
Los regaños en el trabajo no le importaron, todo lo que quería es apoyar a la escuadra de sus amores.
“Es más el amor por el León que por mi trabajo, nosotros tenemos que soportar todo por el amor”, dijo.
“En la campaña que ascendimos estuvimos una semana durmiendo y ahoritano es justo que sin haberse desvelado estén entreteniéndonos, no se vale”, aseguró.
La esposa no lo regaña, le acompaña porque para esta familia, el León es un motivo más para estar juntos.
“Mi señora está formada allá también, es que son 4 boletos por persona, son mis 3 hijos y 2 nueras, tengo que estar aquí el viernes y yo los sigo a donde quiera que vayan”.
Las actitudes de las personas que se metieron a la fila molestó al señor Echegoyén, que lo único que quería era comprar su entrada para poder descansar.
“Es una tradición que allá adelante se empujan por diversión, nosotros traemos la desvelada, la malpasada en la comida, en las idas al baño, porque nos cuesta.
“Hay señoras con sus hijos y todos los demás, molesta porque las taquillas se deberían de dar más prisa, anda uno desvelado, a trabajar ya no se fue, quisiéramos que nos vendieran el boleto para ir a descansar”, dijo.
A final de cuentas, Ernesto Echegoyén fue uno de los miles de aficionados que se quedaron sin boletos, con su esposa y un hermano tuvo que dejar la fila cerca de las 2 de la tarde con la desilusión de no haber alcanzado un boleto.
La familia no tuvo suerte y probablemente se queden sin asistir al partido.
Una niña es sacada de entre la multitud, la menor pudo sufrir daños. Foto: Guadalupe Becerra
CRONOLOGÍA
EL MARTIRIO
Martes 11, 11:00 Hrs. Los aficionados esmeraldas comienzan a formarse en las inmediaciones del Nou Camp para comprar un boleto.
Miércoles 12, 06:00 Hrs. La fila comienza a poblarse aún más de aficionados que no decidieron pasar la noche.
9:30 Hrs. Comienzan a inconformarse algunos de los formados, porque la gente empieza a meterse y a provocar desorden.
10:30 Hrs. La venta de boletos inicia, cuando instalan las vallas metálicas, los elementos de seguridad dejan pasar de 20 en 20 aficionados a otra fila.
11:40 Hrs. Se anuncia que los boletos para Sol puertas 10 y 5 se terminaron, los aficionados formados prácticamente no avanzan.
13:00 Hrs. El rumor de que ya no hay boletos provoca que algunas personas se salgan de la fila, otros quieren esperar hasta que sea oficializado.
13:10 Hrs. Las puertas de la taquilla se cierran.
16:30 Hrs. Cientos de aficionados verdes siguen formados y la directiva no informa que los boletos se han terminado.
40 Policías resguardaron las filas y evitaron desmanes.
1.5 Horas duró la venta de boletos en las taquillas.
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