Julio Martinez Pesimo

Sale de cambio… hasta su casa

LUIS ABRAHAM MUÑOZ
NOTA PUBLICADA: 10/18/2009

A Julio Enrique Martínez, refuerzo salvadoreño del León, le espera una severa sanción interna, pues a la hora de ser relevado al minuto 58’, hizo aspavientos y no se dignó en saludar a Julio Ceja, su compañero.
‘Para acabarla’, el cuscatleco simple y llanamente se marchó del estadio rumbo al camarín, en una clara falta de respeto para la playera que viste. De hecho, se fue a su casa de Brisas del Lago.

“Sí, es una falta grave de respeto para su compañero que entra, para el cuerpo técnico, para todo el equipo, para la afición, es algo que se va a hablar internamente, pero que será objeto de una sanción, eso es obvio”, resaltó el técnico Salvador Reyes.

Aseguró Reyes que a nivel directriz, “se ha establecido un calendario de la gente que habla durante la semana ante la prensa, y lo que hoy hizo Julio es una falta grave de respeto a todos, pero eso se hablará mañana”. León visita el próximo viernes a Lobos BUAP.

Juegan salvadoreños ‘a medio gas’

MANUEL ÁLVAREZ GUEVARA
NOTA PUBLICADA: 10/18/2009

La “Selecta” acabó con el ánimo de los jugadores extranjeros del León, que jugaron ayer a medio gas.
Julio Martínez, quien anotó ante México en la eliminatoria mundialista, dejó mucho que desear ayer en su participación con el León, fue incluso el primer cambio, situación que desencadenó la indisciplina de bajar directamente al vestidor al ser sustituido por Julio Ceja en el encuentro.

Christian Castillo fue un ente que deambuló por toda la cancha ayer a la hora del encuentro, a pesar de que trató de entrar en el ritmo del encuentro, no fue aquel jugador que produce el futbol del León y se perdió con el equipo.

Pidió algunos tiros directos para cobrarlos, pero no tuvo el tino de colocar al León en posibilidad de anotar en franca posición.

Salen abucheados
MANUEL ÁLVAREZ GUEVARA
NOTA PUBLICADA: 10/18/2009

León entregó ayer el invicto en casa al perder 0-2 ante los humildes Alacranes de Durango.
Dos anotaciones aisladas y un carente funcionamiento de los Esmeraldas de León, coronaron una fría noche, que terminó por ser un caos dentro y fuera de la cancha.

Enrique Vizcarra de tiro libre y Danny González en una jugada de riñones, le pintaron la cara a los Esmeraldas que fueron seriamente presionados por su afición.

Cuando los poco más de 10 mil aficionados que se dieron cita en el Estadio León, esperaban un juego de emociones como lo que se había mostrado en casa, lo que encontraron fue todo lo contrario.

La chispa y el futbol que se presumía como local, quedó olvidado por los jugadores y por el público, que replicó el funcionamiento.

Un “nerviosismo” raro de los Esmeraldas, combinado por un orden magistral de la visita, se dejó ver desde el primer minuto del encuentro, cuando Alacranes ganó un tiro de esquina, que enloqueció a la zaga leonesa, de no ser porque la pelota se estrelló en Éder Patiño, el marcador se hubiera movido muy temprano.

Los arácnidos dejaron ver el ímpetu que imprimieron a su actuación de ayer, a Guivanni Marín, no le importó ser amonestado antes de cumplir un minuto de juego, pero les valió para imponer su ley.

Luis Orozco no estuvo fino y se notó en todo el equipo, la jugada más peligrosa del partido la provocó el menos Iván Ceniceros, quien con un disparo de media distancia, a los 10 de tiempo corrido, puso en apuros al arquero Sergio Saucedo, pero resolvió.

Fue poco de lo que pudo aportar el menos, además de sus minutos en el campo, la presencia de este jugador, esforzó a Aldo Polo a multiplicarse.

A los 21 minutos, cuando el partido comenzaba a nivelarse, Enrique Vizcarra prendió un balón de tiro directo y lo anidó en el ángulo izquierdo de Patiño, quien se estiró, pero no pudo evitar el golazo.

León no pudo contrastar, ni siquiera cuando el argentino Salcedo le entregó un balón en los pies, la zaga se revolvió, el árbitro se atravesó y ni Castillo en un segundo intento pudo hacer daño.

En el complemento, la afición esperaba el despertar de su equipo, pero no llegó, “Chuleta” Orozco intentó adueñarse de la banda, pero no logró, a los 57 minutos, se pudo sacudir la marca y Valadez falló frente al arquero.

Fallan todas las líneas
LUIS ABRAHAM MUÑOZ
NOTA PUBLICADA: 10/18/2009

La línea de tres zagueros propuesta por Salvador Reyes, con Ibarra, García Zavala y Ruvalcaba, pareció un tanto lenta en sus evoluciones, tomando en cuenta que hacia los costados, Ricardo Jiménez por la derecha y Julio Martínez por la otra banda, no fueron lo importante que se requería al frente.
De antemano, en la zona de recuperación, el equipo local falló de manera constante durante el primer tiempo, ya que Aldo Polo e Iván Ceniceros fueron dos elementos sin picardía para fabricar jugadas al frente.

En recuperación fueron impecables, pero no así en la distribución de la pelota, con rebotes ganados de manera constante por el cuadro arácnido, principalmente, con un Danny González muy libre para enfrentar a los defensas.

En relación a la creatividad, Christian Castillo fue colocado como un arma letal justo detrás de los hombres en ofensiva, un ‘Chuleta’ Orozco cargado hacia la izquierda y Valadez por derecha, teniendo éste las mejores opciones, cuando trató de juntarse con el salvadoreño Martínez.

Lamenta Reyes los yerros
LUIS ABRAHAM MUÑOZ
NOTA PUBLICADA: 10/18/2009

Salvador Reyes, director técnico del León, lamentó los yerros que determinaron la primera derrota de su escuadra como local.
“Se nos complica absolutamente todo, lo de los minutos de menores, los puntos que hoy dejamos escapar, en fin, habrá que recomponer porque se trata del trabajo, que se está realizando, pero se reconoce que Durango no nos prestó la pelota, nos la quitó y eso terminó por complicarnos mucho”, dijo Reyes de la Peña.

Triste y dolido, pero atento a la realidad del León, Salvador Reyes manifestó que no habrá mucho tiempo para intentar solucionar el descalabro, “tenemos en puerta lo de Lobos BUAP, viene el descanso, todo se nos viene encima y la derrota de esta noche nos viene a complicar todo”.

Reyes admitió que sus jugadores posiblemente salieron a la cancha con la idea que ya estaban los tres puntos en las alforjas, “no lo podemos saber, pero igual y salimos confiados y lo que nos costó fue un auténtico golazo del ‘Rifle’ y lo demás fue echarles pelotazos, ollazos que controlaron sin problema, nos duele más la derrota”.

Aplaudió, no obstante, la actitud que se manifestó en el segundo tiempo, con al menos siete jugadores metidos en el objetivo de empatar.

“Y en el segundo gol de ellos quedó de manifiesto que nos la jugábamos al mano a mano atrás, ahí quedamos solos y bueno, es parte del riesgo que apostamos”, indicó Reyes.

El capitán de la nave esmeralda pronosticó un cierre muy difícil de torneo, “porque ya perdimos acá, ahora hay que pensar en Lobos, no tenemos mucho tiempo para eso, porque ya es el viernes el partido, luego el descanso, lo de los menores, en fin, se tiene un reto muy complicado por delante, del que tenemos que salir”, agregó.

Para Chava Reyes, “no tenemos de otra, que es componer el rumbo, esos tres puntos perdidos la verdad es que no los teníamos en el presupuesto, pero habrá que recobrarlos fuera, que es además una asignatura que tenemos pendiente con nuestra afición”.

Hacen sufrir a la afición
LUIS ABRAHAM MUÑOZ
NOTA PUBLICADA: 10/18/2009

Un sonoro y triste abucheo fue el colofón de uno de los peores juegos del León en casa, con la bandera de la apatía y cayendo ante un rival que simple y llanamente aprovechó las debilidades guanajuatenses.
Muriéndose de nada, los Esmeraldas fueron paseados por un Durango práctico, fresco, que buscó las suyas y las encontró para establecer un dominio total, en el que el público terminó coreando sus acciones y recriminando a sus ídolos.

En la peor entrada sobre el graderío del Estadio León, la afición sufrió con el frío viento, pero sobre todo, con un equipo verde que no salió con la prestancia a la que tiene acostumbrada a su gente.

‘Los de Arriba’ y la ‘Ultra Verde’, sin parar de cantar, lanzaron a un León lejos de ser el avasallador, con fallas evidentes en su funcionamiento.

Durango fue sin lugar a dudas un rival que se encargó de silenciar los intentos de Julio Martínez, a quien la gente le pidió, fuera más incisivo, como lo hace en su selección.

Pocos fueron los gritos de emoción que la gente ofertó para los suyos, tomando en consideración que el equipo alacrán todo en blanco y con discretos vivos en verde, sometió al dueño del patio.

Ni siquiera hubo tiempo ni espacio para que los aficionados fuesen lo aguerrido que suelen ser, pues no había pretextos suficientes para iniciar una bronca o lanzar algún objeto a la cancha.

Puerta cinco, como es tradicional, la única que se llenó.