Le dan una lección a RebocerosJULIETA MÉNDEZ/La Piedad, Michoacán
NOTA PUBLICADA: 4/19/2010
La meta se cumplió y León no solo acabó con los minutos de menores: además tiene en sus filas a uno de los campeones de goleo y recuperó a uno de sus elementos clave, ya que con un juego inteligente se clasificó directo a semifinales.
El resultado: un 2-0 contundente sobre La Piedad, en el estadio Juan N. López, como cierre a la jornada 17 de la Liga de Ascenso, que ahora se alista para su Liguilla a partir de esta semana.
David Alcántar y Paúl Uscanga levantaron la mano en un juego que ocupaba su mejor fútbol y así lo hicieron. No se intimidaron ante un cuadro de Reboceros y aunque dejaron ver que todavía hay trabajo por hacer con ellos, aportaron lo suyo para que los verdes pudieran salir con los tres puntos.
La Piedad no fue un rival fácil, desde el primer minuto quisieron sorprender con disparos de larga distancia, aunque sus intentos estuvieron muy lejanos de la meta de Pérez.
Los de Félix Cruz tenían una consigna clara para este encuentro: eliminar a la ofensiva verdiblanca, jugando la zaga local al fuera de lugar.
Y les salió bien, aunque un tanto arriesgado, ya que por lo menos ocho veces León fue sancionado con jugadores adelantados.
Aún así, Mateo Fígoli tuvo una de las más claras oportunidades en la primera parte, pero estrelló su disparo en las manos de Juan Roldán.
En contraparte, Josué Castillejos puso al minuto 34 un aviso para los verdes, y de inmediato Mario Ruiz lo contrarrestó con un disparo de larga distancia que apenas se fue por encima de la portería.
Para entonces, el medio campo no tenía dueño. El partido era de constantes roces y faltas que cortaban el accionar de la última jugada.
La claridad llegó ya en tiempo de compensación, cuando Carlos Casartelli fue derribado en el medio campo. Tan pronto el delantero se recuperó, se ubicó dentro del área, recibió el balón a la perfección y definió sin dudar ante el cobro de Nacho González.
Aparece el enmascarado
Para entonces, estaba claro que la ausencia del capitán, Denis Caniza, por lesión, no pesaría.
León regresó del vestidor consciente de lo que se jugaba y con varios elementos de refresco, para consolidar la ventaja.
Al 50’, Julio Ceja se precipitó y entregó el balón, cuando en un contragolpe Fígoli y Casartelli cerraban a segundo poste sin marca.
El goleador de los Reboceros, Rafael Murguía, parecía evidenciar la falla anterior, pero para fortuna de los leoneses dentro del área no logró conectar un balón a modo para la igualada.
El título de goleo en solitario para Casartelli se cantaba al minuto 56, pero el árbitro cenrtal, Antony Zanjuampa, lo anuló en una dudosa jugada de fuera de lugar.
A 15 minutos de culminar el partido, con un Casartelli amonestado, José Luis Salgado prefirió guardarlo para la Liguilla y así se determinaba un título compartido.
Un enmascarado Luis Orozco ingresó al campo de inmediato y como si no hubiera parado en dos fechas, regresó para desequilibrar a los Reboceros.
Se ubicó bien y sobre el final evitó ser pescado en posición adelantada, para irse solo hacía el frente. El ‘Chuleta’ esperó la llegada de Valadez y ante el rechazo de Roldán, cruzó para el segundo tanto que amarraba ya el triunfo.
Los últimos minutos, ya con un cuadro de Reboceros rendido, el juego únicamente vio aparecer más cartones preventivos, ya que no hubo más jugadas que robaran el aliento de los leoneses que decidieron hacer el viaje.
Al final se dio un susto, cuando Antonio Pérez recibió una tarjeta amarilla y el central amagó con expulsarlo, pero el incidente no trascendió.
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