Para fortuna de los locales, Boselli se perdió tres pero marcó un penal y un remate especialidad de la casa.
Primero, recuperó la confianza con una pena máxima al 66' con el que marcó su segundo tanto en dos partidos.
Y ya cuando el partido estaba definido, vino el último clavo del ataúd mexiquense. Un remate como pudo para desviar un centro de Elías Hernández, el mejor de la noche.
Lo anterior ocurrió después de tres graves errores para un ariete, con remates francos y una volea que había exhibido su falta de tino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario