REGINA YÉPEZ Publicada el 2016-02-21 06:00:00
Mauro Boselli, delantero del Club León, celebra uno de sus dos goles ante los Diablos Rojos de Toluca, por la jornada 7 del Clausura 2016. / Fotos: Gustavo Becerra
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Si Toluca aún se pregunta el porqué de sus cuatro empates consecutivos, no le caería mal ver una y otra vez el 5-1 con el que abandonó anoche el Nou Camp.
La estadística lo había previsto, en el Bajío se gana o se pierde pero nunca se empata. Y desde ayer, el conjunto de José Saturnino Cardozo vio convertirse los números en realidad al enfrentarse a un equipo que nunca sintió la ausencia de Luis Montes.
¿Tena defensivo?, la duda ya se apoderó de la mente de una buena parte de la afición esmeralda, pues desde que el juego inició y sobre todo por las bandas, una Fiera volcada al frente evidenció a una defensa escarlata desconectada y también a una ofensiva inoperante.
Con Hernán Burbano comenzaron los ataques, pero para mala suerte de Mauro Boselli, su cabezazo pasó por un lado de la portería aunque el argentino pedía con insistencia a Óscar Macías que validara la anotación.
La Fiera tuvo que esperar poco para abrir el marcador y al 31’, anticipándose a la marca de Paulo Da Silva, Germán Cano se encargó de adelantar a León.
En una inteligente triangulación, Efraín Velarde avanzó por izquierda y centró al delantero verdiblanco que definió de cabeza y pese al manotazo de Alfredo Talavera, marcó el 1-0.
Absortos en crear cada ataque, los Verdes cedieron poco el balón a Toluca, pero cuando lo hicieron, el cuadro mexiquense se avivó con disparos de larga distancia que después de un par de intentos, dieron frutos.
Fuera del área, Richard Ortiz se tuvo confianza y de zurda, sacó un disparo que se fue abriendo y terminó colándose a la portería de William Yarbrough que no consiguió evitar la igualada.
El empate parcial parecía no reflejar lo que había sucedido en el primer lapso en el Nou Camp, Toluca estaba vivo aún gracias a muy poco y Luis Fernando Tena se encargó de quitarles la venda de los ojos enviando a la cancha a Maxi Morález.
De inmediato, el argentino pesó en el encuentro, pues al 59’ fue el encargado de provocar el penal sobre Navarro. El “Frasquito” filtró el balón al “5” y Da Silva no encontró otra forma de frenarlo más que con una falta.
Macías Romo no dudó en marcar el penal que después convirtió Morález, y tampoco cuando al 65’, Da Silva se equivocó de nuevo al frenar a Navarro y provocar una nueva pena máxima que Boselli aprovechó. Un duelo para el olvido del paraguayo.
La moral de los mexiquenses se vino abajo al ver el 3-1 y ni las manos metieron cuando al 73’, Elías Hernández coronó una gran noche con un golazo que Burbano le dejó en bandeja de plata.
Después del pase del colombiano, Elías hizo un buen control, se quitó a Carlos Rodríguez y hasta con chanfle, venció a Talavera, a quien no le sirvieron de nada las “flores” que días antes le había enviado Moisés Muñoz.
Con una última anotación, Boselli concretó el 5-1 y le puso la cereza al pastel verdiblanco en el Nou Camp. Tena cambió algo, ya modificó un poco el esquema de Juan Antonio Pizzi y anoche le dio resultados.
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