Rugió más el Puma

Publicado el:18 / 10 / 2015 dentro de: Deportes
colorDuelo en la cumbre y duelo de fieras se vivió en la cabalística jornada 13 del apertura MX entre León y los Pumas de la Universidad Nacional,  y es que  el morbo natural era el observar a leoneses y universitarios disputándose  la cima del torneo mexicano y este duelo también se trasladó  en el entorno de los fanáticos.

Pocas veces se puede apreciar un duelo en el que las aficiones  se dividen y es que una buena cantidad de aficionados del club universidad se lanzaron a la grama del Nou Camp para observar a sus queridos Pumas.

La garra felina tanto del León como de los auriazules se ponía de manifiesto    aunque con diferente color, pero con la misma garra que distingue a dos de los equipos más ganadores del futbol mexicano, pero sin importar la originalidad o lo genérico de las prendas, la idea fue manifestar el apoyo a cualquiera de las dos instituciones.

En pleno partido, la división de porras o muestras de animación  no se hizo esperar con el estruendoso ‘Goya’ de la Universidad de México y por el otro con el ‘dale León’.

Por un lado, la afición guanajuatense dejó de lado la dolorosa derrota sufrida en Monterrey y se sentía segura de poder dar una buena lección de apoyo a los seguidores de Pumas que hicieron su papel con su estruendoso grito de guerra.

Poco les duró el gusto ya que a los 3 minutos, Ismael Sosa se encargó de callar  a millares de fanáticos que esperaban un explosivo inicio del León pero que le dio alegría a la parcialidad del Club del Pedregal.

Con el pasar de los minutos, las gargantas verdiblancas simplemente se notaron afónicas ante las escasas llegadas que generaba la Fiera en su regreso a casa.

A los 30 minutos, un penal a favor de los pumas detonó el despertar de ambas aficiones, por un lado la de León que se desgañitó  con reclamos ante un fingimiento de falta, mientras que por el otro, se frotaban las manos ante la posibilidad de ampliar la ventaja a favor del cuadro capitalino.

Sin embargo; Eduardo Herrera provocó la burla y las consignas a favor de la hinchada local, mientras que por el lado Puma la resignación tenía que ser la constante.