domingo, 1 de noviembre de 2015

Atlas jugó de espanto


Publicado el:01 / 11 / 2015 dentro de: Deportes
COLORSegundo capítulo entre León y Atlas en el Nou Camp en menos de cuatro días y de nueva cuenta el morbo fue saber el cuál sería la reacción de la fanaticada en el segundo arribo de Gustavo Matosas a León.

En el graderío;  una entrada floja que apenas rebasó los 18 mil aficionados y con una ligera parcialidad en favor del equipo rojinegro que ciertamente fue respetada por la afición.

Durante la ceremonia de protocolo de la Liga MX, Gustavo Matosas ya no se paró a saludar a algunos aficionados que pedían el saludo del último domador que le dio dos glorias a la institución verdiblanca.

El técnico ahora rojinegro, se mostró tranquilo y en el inicio del cotejo;  se fue de manera ordenada y sin aspavientos  a tomar asiento para observar el cotejo.

El acomodo en su lugar no le duró mucho, pues a los dos  minutos de juego, los rojinegros pudieron abrir el marcador con el tiro libre de Daniel Álvarez que puso no solo a Matosas de pie sino a todo el cuerpo técnico y suplentes que celebraron adelantarse en el marcador.

Tras el tanto; los grupos de animación visitantes aumentaban de a poco sus decibeles con el grito de guerra de ¡Atlas-Atlas!.

La fanaticada local no desesperó y a los 8 minutos hizo explotar al tres veces mundialista estadio, pues Miguel Ibarra emparejaba los cartones y de paso, acallaba a algunos aficionados  tapatíos que ya se sentían en los cuernos de la luna.

Para aumentar más el grito de apoyo al León, a los 17  minutos Mauro Boselli  metió un potente disparo que causaba la sonrisa de millares de almas verdes que esperaban que el León se levantara de la oleada de derrotas en el torneo.

Durante el medio tiempo, el nuevo técnico nacional   Juan Carlos Osorio se asomó por uno de los palcos de la zona A y no mostró efusividad pues su visita quería pasar casi inadvertida, así mismo; algunos aficionados que se asomaron,  literalmente daban recomendaciones al colombiano para que convocara a elementos que militan con la fiera.

En la segunda  parte; continuaron los gritos de la parcialidad atlista que tenían la fe de que sus zorros  alcanzaran la igualada, algunas aproximaciones estuvieron a nada de mostrar algunas playeras rojinegras  que estaban esparcidas  por la tribuna.

Pero el Atlas jugó de espanto y no pudo ante un León que por momentos jugaba a medio gas.

El partido caía en un bache y a la vez,  un suplicio para la escuadra leonesa que ya estaba defendiendo  el triunfo a capa y espada.

Concluyeron las acciones y la afición salió contenta además de tener la misión de apoyar a tope en la  gran final de la Copa MX  donde recibirán el miércoles a las Chivas rayadas del Guadalajara.

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