domingo, 5 de febrero de 2012

Es un Ferrari


Es un Ferrari
NÉSTOR GALINDO/STAFF A.M.
NOTA PUBLICADA: 5/2/2012

Burbano vuela por izquierda. Sólo Loboa, otro colombiano, es capaz de seguirle el paso por derecha. En medio, Maz martillea sus remates. Unos metros atrás, Montes se destapa como triple goleador.

Es el retrato de un vendaval ofensivo. Una marea esmeralda que corroe, lastima, humilla a la defensa de Lobos BUAP.

No importa que la visita se adelante dos veces en el marcador. No importa. Porque al final, la fiesta es sólo verde y suena a un 5-2 con sabor a pura fiera.

Es un León con marca registrada. Se nota la mano, la intención de Gustavo Matosas, el técnico.

Poblete abre la fiesta de goles al minuto seis, con un remate en tiro de esquina que Edgar Hernández malabarea y deja entrar a su marco, traicionado por sus guantes, mojados con una tenaz llovizna.

La afición tarda en entender el mensaje. Por eso se angustian cuando Adrián Sánchez perdona el segundo para la visita, con un remate picado, a un costado, en otro córner.

Son 14 minutos de sufrir más de la cuenta. Hasta que Darío Burbano mete la quinta velocidad. “El Demonio” arranca por izquierda, traza una pista pegada a la raya y destroza la marca de Poblete y compañía.

Ni Sebastián Maz ni Luis Nieves le aguantan el paso, pero sí Luis Montes, quien piensa a la misma velocidad del colombiano y al ‘18 empata.

Lobos, descarado, no se deja. Entiende que el toma y daca le augura un nocaut si conecta en el momento justo y al 24 vuelve a pegar. Otra vez Edgar Hernández y sus guantes de aceite son cómplices en el tanto. Primero, escupe el disparo largo de Gustavo Ramírez y luego sólo roza el contrarremate de Jair García, quien asoma de la tumba futbolera para poner el 2-1 parcial.

En realidad León no puede atacar mucho más. Tácticamente tiene a cuatro elementos fijos en ofensiva y sus laterales, Luis Delgado e Iván Pineda, son libres para ofender.

Por esa postura ofensiva el empate llega en consecuencia, al minuto 36. Montes, otra vez, prende la bola con el alma, en un tiro libre a la entrada derecha del área. La barrera se abre, el portero titubea y “El Chapo” festeja un doblete impensado.

Apagan y arrollan

El arranque del segundo tiempo es marcado por dos apagones. Primero, al árbitro Obed Gómez, hasta entonces perfecto, se le nubla la vista y anula un autogol de Óscar Mascorro, por un inexistente fuera de lugar.

Lobos nunca pudo reponerse al error arbitral. Tampoco le ayudó mucho el apagón real, el que llegó al minuto 15 y dejó al Nou Camp en penumbras por 12 minutos más.

Entonces la paciencia se acaba. Gustavo Matosas saca a su segundo demonio de la maleta y Eisner Loboa debuta en casa.

En este aumento de provisiones, Maz desperdicia un cabezazo claro, a dos metros del marco, tras un centro potente de Loboa desde la esquina izquierda.

El uruguayo se redime a la siguiente, al minuto 15, cuando, contagiado de la habilidad colombiana, se quita a dos marcadores y cede hacia un Montes tan agradecido como para anotar su tercero de la noche, con un tiro raso, a la derecha, acariciando la pelota antes de festejar el triplete.

Si la historia termina aquí, la noche es toda de Montes. Pero Burbano y Loboa aún guardan sus capítulos. Los escriben a toda velocidad, sin riesgo de despistarse.

Primero, Loboa enciende la banda derecha, corre, rebasa y centra. En el área, Maz se tiende de palomita para el 4-2. El juego acabó.

Los poblanos deambulan y sólo ven la espalda de los colombianos. Los patean a placer, con un árbitro incrédulo ante tanta velocidad, pero a Loboa le permiten una joya más, quitándose a dos en el área, hasta ceder a Maz. El uruguayo pasa, a tres metros del arco, y Edwin Hernández, recién ingresado, empuja para cerrar la noche.

A este paso, con este ataque y esta defensa, llegará el momento en que se necesite ganar 10-9. Y sí, quizá, León consiga ese alocado marcador. Tiene armas para eso y más...

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