viernes, 16 de mayo de 2014

Sufren y gozan en tribuna


La afición Esmeralda hace ambientazo antes y durante el partido, a pesar del descalabro

Hasta la 21:20 horas se informó que las autoridades habían encontrado siete boletos falsos y hasta el momento había nueve personas detenidas.

  Óscar Jiménez /Mayo 16, 2014

LEÓN, Guanajuato.- Todos los ingredientes de una ensalada de final, los contuvo el marco de ida de la definición del Clausura mexicano, en donde la afición de ambos equipos se mantuvo a la expectativa durante la travesía.

Desde que salió la luz del día, ya se ambientaba el panorama que rodearía el partido de ida; taquillas cerradas, por el boletaje que se agotó en punto de las 10 de la mañana, inmediatamente. Sin embargo, la multitud seguía empeñada en conseguir bonos para el encuentro y no optar por la acostumbrada reventa de estas instancias.

Y eran ellos, los revendedores, quienes se adueñaban de la acera del bulevar Adolfo López Mateos, donde recargados en la valla de seguridad que acordonaba las taquillas, hacían su negocio redondo.

Mientras a las dos de la tarde comenzaban a llegar los materiales que se utilizarían para la elaboración del mosaico verdiblanco que adornó la salida de los equipos, también se daba pauta a las broncas entre aficionados, que se hicieron de palabras y ‘agarrones’ por tratar de conseguir un boleto.

Llegaron las cinco de la tarde y con ello, el Estadio León vio la luz con las puertas que se abrieron para la entrada de los aficionados que llenarían en inmueble. Dos horas después, el lleno era el marco pletórico de una gran final,

¡Sale León!, ¡Sale León!, fue el rugido de las tribunas, que dio acceso a los jugadores de ambas plantillas y con ellos el platicado mosaico de colores verde, blanco y amarillo que hacía del Estadio un carnaval. El tiempo comenzó a correr en el reloj arbitral y en las pulsaciones de los más de 25 mil aficionados, que tomaban parte con un concierto de señas y gritos a favor de los suyos, en una manera metódica y rápida, aludiendo a la velocidad con la que se jugaba el encuentro.

No fue sino hasta las 8 de la noche, con 25 minutos, que arribó al palco presidencial el gobernador del estado, Miguel Márquez Márquez, junto con él, Elías Ayub, mano derecha de Carlos Slim, que no se dio cita. También ingresaron junto a Jesús Martínez y el lesionado Franco Arizala, José Ángel Córdova y otros funcionarios públicos.

La directiva tuza aguardó en mayoría en el palco destinado a los equipos visitantes, mientras que la alcaldesa de la ciudad, Bárbara Botello Santibáñez lo hizo en compañía del secretario Martín Ortiz, desde un palco en la zona de Preferente.

Con el gol de Carlos Peña, se perdió toda decencia en la grada y los gritos de ¡Gullit!, ¡Gullit!, comenzaron a resonar más y más fuerte con el paso de los segundos. Lo cierto es que Peña, había vuelto a aparecer.

Vinieron los goles del Pachuca y con ello el levantamiento de su gente, que albergó toda la zona dispuesta para gente visitante y a la entonación de ¡Tuzos!, ondeaban banderas blanquiazules.

No todo terminó bien en el repleto Estadio León, pues en zona de Preferente, un grupo de aficionados hidalguenses recibieron golpes con vasos de cerveza tras el segundo de León y se desató la furia, donde por un lado reinaban las burlas y por el otro las agresiones. La Policía municipal, hizo uso de algunos de sus 850 elementos dispuestos para el cotejo, con el fin de calmar las ansias y separar a los agresores.

Todo terminó caliente, la serie, la grada y el entusiasmo por resolver en la vuelta. Lo cierto es que el duelo no sólo se jugó en la cancha… también en la tribuna.

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