El arbitraje sudamericano comenzó a hacer estragos en los equipos mexicanos que participan en Copa Libertadores.
Carlos Amarilla se presentó en el Nou Camp y realizó un trabajo bastante cuestionable.
Sin tener las condiciones físicas idóneas para pitar un partido de fase final, Amarilla debió echar en el primer tiempo a por lo menos un par de jugadores de Bolívar. José Capdevila realizo una entrada artera sobre Franco Arizala y sólo pitó la falta. Minutos después Luis Gutiérrez le propinó un codazo en el rostro a Luis Montes, que ni siquiera marcó como falta.
Decretó bien la expulsión de “Nacho” González por doble amarilla y validó de buena forma el gol de Mauro Boselli que terminó empujando el balón con el pecho al fondo de las redes.
Sin embargo, se comió un penal a favor de León en los minutos finales. Dentro del área hubo un claro empujón sobre Mauro Boselli, el central no marcó falta alguna.
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