Rafa Márquez cerró la cuenta goleadora con el 5-0 además de inyectarle su maestría y experiencia en la cancha.
El Sol de León
14 de noviembre de 2013
Omar Oseguera Acevedo
León, Gto.- Después de equivocar tres pases largos consecutivos, los dos siguientes al pie de Miguel Layún generaron dos goles. Pases al hueco precisos, exactos, inmejorables...
El también capitán del León tocó infinidad de veces el balón; casi las cien veces. Dio 75 pases correctos al compañero, incluidos los dos mágicos de esquina a esquina del campo, 10 los equivocó y 3 veces remató a portería, una de ellas con etiqueta de gol al minuto 83.
Sí, el rival le exigió poco, inclusive lo superó una sola vez y con consecuencias, pero Rafa ayer fue el líder que hacía falta en el Tri, el tipo que ordenó su línea, que siempre decidió hacia dónde ir y que con sus trazos largos la Selección se evitó la creación de extensas jugadas.
Además el dorsal "4" sólo cometió 2 faltas, cortó 4 pelotazos de los neozelandeses y varios más los convirtió en recepciones de lujo para luego trasladarlas en pases elegantes que sólo de él nacen.
En el primer tiempo fue más participativo, tiró una vez y puso en aprietos al arquero. En el segundo avisó en un centro que remató por un costado, hasta que vino ese servicio que buscó con un movimiento hacia atrás para cabecearlo con la fuerza suficiente como para vencer el manotazo del arquero.
Gran tarde de Rafa y de la zaga mexicana en general, aunque el detalle del gol en contra es culpa de todos, a veces ni tirándose de cabeza el ex barcelonista puede evitar el daño.
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