Deja Ultra huella

Deja Ultra huella en Pachuca
El camino fue largo. Foto: Valeria Nohemí Durán
Un largo viaje, pocas horas de sueño pero mucho cotorreo y alcohol mientras se estaba a la espera del encuentro en el estadio “El Huracán”.
Por REDACCIÓN / VALERIA NOHEMÍ DURÁN
Publicada el 10/07/2012
La cita estaba hecha, los ánimos se sentían en cada poro de la piel y las playeras verdes lucían su resplandor en cada uno de los aficionados. Un largo viaje, pocas horas de sueño pero mucho cotorreo y alcohol mientras se estaba a la espera del encuentro en el estadio “El Huracán”.

Las doce de la noche en punto y la gente se empezaba a reunir a las afueras del Nou Camp. Un autobús esperaba a que varios aficionados llegaran con una sola finalidad… ir a apoyar a la fiera.

A la hora pactada el camión salió rumbo a Pachuca. Cervezas y cigarros fue lo primero que cargaron los seguidores del equipo Esmeralda, incluso antes que las chamarras para mitigar el frio.

El camino fue largo y después de una que otra parada en alguna gasolinera, la luz de la mañana iluminó el horizonte y con ello se asomó a lo lejos el estadio Hidalgo.

Pasadas las nueve de la mañana, el camión de “La Ultra Verde” llegó y las 45 almas que viajaban adentro, bajaron presurosos para tomarse la foto del recuerdo. Eran los primeros en llegar y no podían dejar pasar la oportunidad de dejar su “zarpazo” marcando territorio.

Las tripas comenzaron a ‘gruñir’ y las quesadillas, tacos, café eran el platillo favorito, o los más “light” una malteada con un panecito.

Las horas pasaron y el calor empezó a quemar; buscar cervezas, botellas de agua y un poco de hielo fue la siguiente misión… a falta de lugar donde utilizar como comedor, el autobús se convirtió en el centro de reunión.

Cumbias de Mike Laure, cigarrillos y cubas de “Rincón Escondido” patrocinaron la fiesta de los hombres de la “Ultra Verde” y uno que otro colado de la porra de “Los de Arriba”.

“Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley ...” corearon los aficionados.

A las 5 de la tarde las puertas se abrieron y poco tiempo después el partido inició luego de siete horas de viaje.