![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvQwhgrTMakcY1sRNrftuA8PmiZriRHHHrjmPgAkfcjOG-CGpzetbtVhlit2NkaFmLV-S0r-3Wp_F20DJTFsSlTsheRM_jmM32VSLCQXezeSC-M9zPamzeIUf5ZuJWq7vHuKeLqBpPEn5d/s400/01+el+heraldo+de+leon.jpg)
¡Gracias de nada!
Escrito por Redacción
Como cada seis meses en los últimos ocho años, el equipo León cayó en el momento crucial: La directiva llevó llevó llevó las ilusiones de la afición hasta el borde del precipicio y despeñó ilusiones, principios, historia, afición, al abismo. Otra vez, segundones.
Los Batarse se burlaron de nuevo de una ciudad que no es la suya ni les importa. Y la escuadra verde cayó en efecto, aunque no tan abajo como el ánimo de sus inconcebibles seguidores, que la siguen a donde va, dentro y fuera, y que acaban siempre por toparse con la misma zalea raída de los esmeraldas y con la misma ralea baja de sus dueños. Un empatito a 1 gol con el Irapuato y ya ‘todo está consumado’.
La única ganancia de anoche fue la -esa sí- no cosumada violencia. Los leoneses regresaron a casa con la resignación a cuestas, una resignación tan pesada como la derrota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario