domingo, 3 de octubre de 2010

Convence y Golea

MILENIO LA AFICION

2010-10-03•Futbol Mexicano
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Mateo Fígoli (gris) es golpeado en el rostro por Erik Espinosa. Foto: Yered Jiménez Los esmeraldas de León ya no sólo se entregan en la cancha, ahora ganan y juegan bien al futbol. Anoche en una exhibición clara de mejoría y de vida en el Apertura 2010 derrotaron tres goles por uno a Alacranes de Durango en el Estadio León.

El equipo de Pintado cada vez luce más clara una idea en la cancha y es efectivo al momento de concretar. Anoche de un solo salto escaló cuatro posiciones en la tabla y ya está en el lugar 13 de la tabla a seis puntos de la zona de liguilla.

El de los verdes es un equipo que despliega un futbol efectivo, recuperó el orden que lucía el torneo pasado y su gente, que de nueva cuenta no faltó a la cita, le festeja las jugadas y ya son uno de camino a conseguir lo que hace tres juegos parecía un milagro y hoy luce más probable.

El enemigo de anoche, vino a jugar como lo hace un equipo que es la revelación del torneo y que va en tercer lugar, pero sabe en qué cancha se mete. Durango apostó poco y sus delanteros jugaron de recuperadores. Por momentos parecía resultarle el planteamiento a Pablo Luna.

Pablo Bonells es todo empuje. El juvenil jugador, que dicho sea de paso pocos hubieran esperado verlo de titular cuando el torneo arrancaba, es quien pone muestra de garra en la cancha. El jugador corre la milla y las intenta todas al momento de buscar la portería.

Pintado apostó por el trabajo de Bonells y el sacrificio de Blas Pérez, se guardó a Borgetti en la banca, un jugador que tiene remate pero ha mostrado poco sacrificio cuando no se tiene la pelota.

Julio Ceja y Joaquín Reyes entregaron buenas cuentas al momento de ir por las bancas y generar jugadas. Así encontró León el gol. Al 28’ Pablo Bonells marcó el pase dentro del área y recibió un envió de Reyes, el capitalino se sacó a la marca y cayéndose sacó un disparo que se fue elevando hasta el fondo de la portería de Reyes. 1 - 0, llegó la tranquilidad de la ventaja.

León esperó media hora, pero encontró la recompensa del gol y en el primer tiro a gol encontró la anotación que le permitió manejar el resto de la primera mitad.

Blas Pérez se perdió dos jugadas, primero la pelota le quedó incómoda y trató de bombear la pelota encima de Ríos, pero la pelota se fue. Después en el comienzo de la segunda mitad, Bonells lo puso de nuevo mano a mano frente al arquero alacrán pero el panameño estrelló la pelota en el arquero.

La presión del León reinició con el segundo tiempo y a los tres minutos Edmundo Ríos había sacado ya dos pelotas de gol, pero la tercera sería imposible. Luego de una serie de rebotes luego de un tiro de esquina, la pelota le quedó a modo a Alejandro Corona y el volante sacó un zapatazo que pegó en el poste derecho y después se incrustó cerca del ángulo de la portería de Durango. 2 - 0, la ambición era recompensada.

Si de efectividad se habla, Blas Pérez no las tuvo todas consigo en la jornada de anoche y después de fallar dos jugadas, erró una más ante la desesperación de la gente. Pero el panameño se sacó la espina.

Justo cuando el técnico decidió sustituirlo, en la última pelota que tocaría en el encuentro, Blas Pérez se encontró con una pelota filtrada por el centro del área y en esta ocasión tuvo la calma para cruzar al arquero y marcar el gol del desquite. 3 - 0, Blas respiró antes de dejar el campo.

Vinieron las notas rojas para los locales en la noche. Primero el rigor con el que el árbitro central Roberto Méndez manejó el encuentro provocó que las tarjetas se dispararan y los dos equipos no terminaron completos el partido.

Por Durango se fue Carlos Cárdenas por una mano y por León se fue Pablo Bonells. El de León fue derrotado por el rigor arbitral y por su propio ímpetu, primero fue amonestado por reclamar en el primer tiempo y cerca del final se fue por ir a buscar una pelota ante el arquero.

León perdió para el partido de Orizaba a quien ha sido un pulmón en los últimos partidos, por otro lado no se pudo ir con su segundo cero atrás en el torneo, pues después de que el árbitro agregó cuatro minutos al encuentro y en un pestañeó de la defensa Íñigo Rey se encontró con un rebote y fusiló a Odín Patió. 3 - 1, el prietito en el arroz.

León luce fuerte y ha tomado ritmo desde la llegada de su nuevo técnico, cada vez muestra mejor entendimiento con una idea futbolística y su gente, como siempre, no le abandona. El milagro ya no parece tan lejano.

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